UN PROFESOR DE EAE BUSINESS SCHOOL ANALIZA EN QUÉ PODRÍA CONSISTIR ESTA EMISIÓN DE EUROBONOS O “CORONABONOS”, O CÓMO PODRÍAN EMITIRSE PARA FRENAR EL IMPACTO ECONÓMICO CAUSADO POR EL CORONAVIRUS EN EUROPA.

UN PROFESOR DE EAE BUSINESS SCHOOL ANALIZA EN QUÉ PODRÍA CONSISTIR ESTA EMISIÓN DE EUROBONOS O “CORONABONOS”, O CÓMO PODRÍAN EMITIRSE PARA FRENAR EL IMPACTO ECONÓMICO CAUSADO POR EL CORONAVIRUS EN EUROPA.

Los eurobonos son un vehículo financiero que permite mutualizar la deuda y los riesgos de todos los países bajo el paraguas de la UE de modo que, a través del BCE, se emite deuda con mayor garantía que la deuda soberana de los países ya que la responsabilidad en el pago estaría mancomunada.

EL PROBLEMA DE LOS EUROBONOS

El inconveniente está en que este instrumento de financiación beneficia mucho a los países con muchos problemas, pero al ser mancomunada y avalada por todos, hace que los países que gozan de buena salud en sus cuentas públicas y en su economía tengan desincentivos a su emisión porque ven que tendrán que pagar los platos rotos de los países que no han hecho los deberes.


POR QUÉ ES FUNDAMENTAL PARA ESPAÑA

España no va a poder salir de la crisis que se avecina si no es de la mano del resto de socios europeos. España no tiene la cantidad de dinero necesaria para hacer frente a la crisis económica que se avecina, de hecho, las medidas anunciadas por el Gobierno son más ruido que nueces pues se materializan en una inyección de hasta 17.000 millones, el resto hasta los 200.000 millones no es dinero que se inyecte en el sistema sino una declaración de intenciones sin los recursos públicos necesarios y apoyada en que el sector privado tiene que asumir 83.000 millones, cosa dudosa.
Esto es lo que históricamente ha ocurrido con Alemania y Países Bajos, de hecho, Merkel dijo hace ocho años que mientras ella gobernara no permitiría este tipo de emisiones. Ahora bien, como esto es una pandemia que está afectando a todos los países, incluida Alemania, 
Hay una ventana de oportunidad para que los acepte, probablemente con restricciones para evitar la mutualización de toda la deuda actualmente existente, y centrarla en la que es necesaria emitir para hacer frente a los efectos de esta crisis actual.(1)

¿España no ha hecho los deberes? O no de la forma adecuada , es decir ;   La entrada de España se hizo efectiva el 1 de enero de 1986. 



Con la llegada al poder del Partido Popular, la política de privatizaciones toma un rumbo más decidido con la aprobación de un Plan específico y la creación del Consejo Consultivo de Privatizaciones, en junio de 1996. Se inicia así un proceso de carácter más liquidacionista y, digamos, economicista, que se ha materializado a través de la denominada «venta directa» (por acuerdo con alguna empresa o grupo privados) o mediante la «oferta pública» de acciones en la Bolsa, método este último muy utilizado en la privatización de empresas públicas consideradas «joyas de la Corona», como Telefónica, Repsol y Endesa, firmas que, dada su rentabilidad, tuvieron una excelente acogida por parte de los inversores institucionales y privados. Sólo en el período 1996-2000, las arcas públicas ingresaron 2,8 billones de pesetas como resultado de las privatizaciones realizadas (SEPI, 2001), y las ventas posteriores amplían dicho importe por encima de los cuatro billones de pesetas. En definitiva, el PP puso en marcha un plan de privatización global, explícito y con expresión de objetivos y procedimientos que ha desarrollado a lo largo de los últimos años, muchas veces entre críticas sindicales y políticas; desde esta última perspectiva, por ejemplo, se ha denunciado la cercanía política de los gestores de las empresas privatizadas señalándose que «se ha sustituido el sector público empresarial por un sector privado gubernamental» (Estefanía, 2003). Ahora bien, aunque es cierto que existen diferencias significativas entre la política de privatizaciones llevada a cabo por los Gobiernos del Partido Socialista y los del Partido Popular, no son tan radicales como para dejar de observar una cierta continuidad entre una y otra. En este sentido, junto al objetivo recaudatorio que cabe atribuir parcialmente a los Gobiernos del Partido Popular, hay que añadir el objetivo puramente político de desprender al Estado de responsabilidades inasumibles sobre la marcha de la economía española, lo mismo que años atrás animó la política de privatizaciones del PSOE. En definitiva, la política de privatizaciones española ha sido bastante heterodoxa, especialmente en la época de los Gobiernos socialistas, pero como resumen cabe señalar que ha logrado reducir el volumen de pérdidas que arrastraba el sector público, sanear financieramente y, en general, mejorar la competitividad de las empresas privatizadas, aunque algunos estudios comparativos realizados no permitan hablar de un cierto automatismo en el aumento de la rentabilidad. Aspecto este último que no hace sino corroborar algo tan admitido como que, en principio, no existe una relación directa entre eficiencia y titularidad privada o pública de las empresas (Glade, 1986; Pirie, 1988). La política industrial y su descentralización El ejercicio de la política industrial requiere de una reflexión rigurosa y permanente sobre los objetivos apropiados a cada coyuntura económica y los medios adecuados para alcanzarlos. Tarea que se complica cuando, como ha ocurrido en el último cuarto de siglo, los cambios producidos en el escenario económico internacional han sido tan intensos que han condicionado en buena medida la forma de hacer industria: globalización, revolución tecnológica y otros fenómenos complementarios. Además, las sucesivas crisis industriales vividas en esta época rompieron bruscamente la tendencia a la concentración de la actividad del sector y dieron paso a un proceso de descentralización productiva apoyado en la flexibilización que las nuevas tecnologías han hecho posible. En el caso español, la política industrial ha estado también sometida a otras dos restricciones adicionales en la última mitad del período: las derivadas de nuestra pertenencia a la UE (que lleva aparejado el sometimiento a una serie de normas comunitarias relacionadas con el mercado único, política de competencia, política comercial común, etc.) y de las grandes limitaciones presupuestarias, como consecuencia de las políticas orientadas a eliminar o reducir drásticamente el déficit de las cuentas públicas que se han practicado. La Constitución Española de 1978 ha sido también fundamental en esta materia, dado que hasta su promulgación era la Administración central del Estado la protagonista exclusiva de la política industrial y que, al amparo de la Carta Magna, las Comunidades Autónomas fueron reciR. VELASCO / B. PLAZA ECONOMÍA INDUSTRIAL N.os 349-350 • (2)

¿Como es posible que el bipartidismo español PP y PSOE hayan estado de acuerdo en  la gobernanza de España en los más de 30 años de Gob , y los espñoles hayamos pensado en gob. de derechas  o gob. de izquierdas.

Cierto,  supuestamente España no ha hecho bien los deberes , no sólo el Estado en su administración sino los españoles en su deber de pedir explicaciones a un bipartidismo que se vanagloria de una democracia del pueblo sin contar con el pueblo.
Referencias 
1.directivosyempresas.com/noticias/economia/que-son-los-eurobonos-y-por-que-lo-esta-reclamando-espana-a-europa/
2.mincotur.gob.es/Publicaciones/Publicacionesperiodicas/EconomiaIndustrial/RevistaEconomiaIndustrial/349/14%20ROBERTO%20VELASCO.pdf

Comentarios

Entradas populares de este blog

Draghi dice que los recortes "deben proseguir" y el FMI confía en que ayuden a reducir el paro

El BCE sopesa comprar deuda española para aliviar la tensión en los mercados

La policia escolta a decenas de convoyes con productos básicos y para abastecer la Expo